NUESTRA HISTORIA

ORIGEN

El Centro de Relaciones Interpersonales inicia su andadura en Córdoba, en 1975, de la mano de un pequeño grupo de médicos y psicólogos (entre los más destacados, Francisco Escudero, José Mª Valls y José Beltrán) que trabajan en el Centro de Salud Mental de la ciudad bajo la dirección del psiquiatra Carlos Castilla del Pino.

Entonces eran muchas las dificultades para aplicar en el ámbito institucional otros modelos y técnicas de trabajo psicoterapéutico que no fueran las tradicionales, y para sortear tales escollos se fundó el Centro de Relaciones Interpersonales. Un gabinete pionero en España en la aplicación de modelos como el Psicoanálisis, Gestalt, Bioenergética y dinámicas de grupo, que parte de la necesidad de entender al ser humano como una unidad indivisible bio-psico-social.

Además de la labor constante de acompañamiento terapéutico individual, durante sus primeros años se llevan a cabo numerosas intervenciones en Talleres Grupales, cuyo objetivo más habitual era el trabajo terapéutico con el cuerpo. Así, lo ejemplifican colaboraciones importantes, como los talleres y cursos impartidos por Jean Ambrosi y Marie-Christiane Beaudoux, en los trabajos de investigación en Terapia de la Respiración del Centre de recherche en énergie biologique.

Durante los años 80 se mantiene este planteamiento en el que gobierna la intención de atender a todos y cada uno de los aspectos del ser humano, una labor a contracorriente, en un ambiente en el que la tendencia tradicional es la fragmentación de la salud, denigrando aspectos somáticos y emocionales.

El Centro permanece y crece con la suma de Victoriano Camas, Doctor en Psicología por la UCM y psicoterapeuta humanista. Su labor se extiende en los años 90 hacia intervenciones de índole social y de género (Ej. “Taller de las Cuatro Estaciones). Así, son fruto de esta práctica conceptos terapéuticos que marcan y engloban nuestra filosofía, como es el de trabajar por un Buen-vivir. Entendemos por Buen-vivir algo que va más allá de estar libre de enfermedad, y por supuesto de sobrevivir. Llamamos Buen-vivir al vivir plenamente, en constante superación, abiertos a todas las experiencias, sin miedo, con capacidad de elección y de responsabilizarnos por lo elegido.

A lo largo de los años el CRI se ha forjado un extenso currículo en atención individual e intervenciones grupales que han explorado desde las teorías psicoanalíticas hasta la evolución de las mismas hacia el humanismo, dialogando y aprendiendo, a su vez, de las filosofías orientales.

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PRESENTE

A día de hoy mantenemos esta actitud de apertura en nuestro hacer, partimos de la misma intención que nuestros antecesores: un compromiso con la promoción de la salud, entendiendo esta de la manera más amplia que se merece, viendo en cada persona a un ser complejo con un cuerpo, una carga emocional y en un medio ambiente concreto que determinan su Buen-vivir.

Somos profesionales que estamos en continua revisión y aprendizaje, ya que aceptamos que aún nos queda mucho por entender acerca del ser humano. Mantenemos una actitud dialogante con los avances teóricos, filosóficos y científicos que se dan en el ámbito del desarrollo personal. Por ello, además de mantener técnicas ya aprendidas como la Bioenergética, expandimos nuestros quehaceres a otros métodos como son los Talleres de Educación Emocional, técnicas procedentes de la Medicina China o las sesiones de Meditación procedentes de las filosofías orientales.